viernes, 1 de marzo de 2013

N° 74 Asociación de Ganaderos de la Zona Alta de Mérida. -AGZAM-...parte de la historia

    La actual directiva de AGZAM ha manifestado interés en tener la historia de la asociación de ganaderos, los blog que publico, que tienen un título final que dice: ...parte de la historia; pretender llenar ese vacío, hoy día una necesidad.
    Continuaré publicando materiales escritos en mi poder que reflejan una gran mayoría de hechos que son patrimonio de La Ganadería de Altura. Muchos de los escritos son de vieja data, los publicaré de manera original.
   Las fotografías podrán revelar verdades que fueron tomadas en sus momentos, las leyendas de las mismas son actuales, apenas una aproximación, sin revelar el lugar donde fueron tomadas, los trascendente es que se corresponden con una especie de historia gráfica del devenir y adelantos de esa actividad pecuaria.
    Las directivas que me tocó presidir entre 1972 a 1975 logramos construir las receptorías  de leche de Jají y La Azulita. En 1975 importamos del Canadá a través de AGZAM un rebaño de 222 animales Holstein para 11 productores.
Algunos dirigentes de La Ganadería de Altura




















Veinte años de la Asociación de Ganaderos de la Zona Alta del Estado Mérida.

Promotor del acto, Agzam a través del Presidente Fredy Garcés
Lugar del acto, Asamblea Legislativa.
Fecha, 12 de Julio de 1990

Apuntes históricos de la ganadería en Venezuela y Mérida.
Primera sala de ordeño mecánico en espina de pescado





Cuando estamos tan cerca de los quinientos años de la llegada de los conquistadores a América, la remembranza que celebramos hoy pudiera servir para evocar algunos pasajes ligados al acontecer de nuestra ganadería bovina en el país.
El rey que no tenía ninguna claridad de lo que podría existir atrás de las infinitas aguas, en sueños debió imaginar algún territorio inconmensurable, donde sus súbditos darían rienda suelta a todo el afán expansionista de un reino que tuviese por lindero el cielo infinito, y donde todas las riquezas se multiplicaran y crecieran hasta hacerlas imposible cuantificarlas y guardarlas.
El territorio que encontró ante si Cristóbal Colón, constituyó un real cambio de escenario geográfico, con tantas cosas desconocidas, que de un inicial asombro, pasaron a conquistarlo y dominarlo a como hubiera lugar.
En un estudio intitulado, un censo ganadero en 1791, realizado por Manuel Pinto C., se puede leer lo siguiente: “La historia de la ganadería venezolana, en la época colonial, es como un campo sembrado de interrogantes, no se sabe hasta la fecha en que lugar del país tuvo su asiento el primer hato, ni a quien le corresponde exactamente el honor de ser llamado el fundador de la cría entre nosotros, de una declaración tomada en Margarita, se deduce que ya en 1523, tenía su hato establecido Don Pedro de Alegría. Ese hombre originario de Álava, y venido a América en junio de 1514, es hasta hoy, el único de quien se sabe por testimonio fehaciente que era dueño de un hato de vacunos, en la Isla de Margarita antes de 1523”.
La dimensión de los llanos de la América, incluyendo la pampa Argentina bien pudieran haber cristalizado un sueño, en realidad, miles y miles de hectáreas para las vacas y los caballos, que para el caso de la zona tropical, ofrecían durante los 365 días del año, materia verde vegetal, su alimento fundamental. Todo un paraíso terrenal para los cuadrúpedos que acompañando al conquistador, vinieron como fuerza de conquista y trabajo, y también como alimento proteico para su permanencia en esas lejanas tierras.
Rebaño de Becerras de Ganadería de Altura




En juicio seguido a Juan Rodríguez Suárez, por la real audiencia de Santa Fe de Bogotá, el escribano Manuel Molina,  refleja en una parte del interrogatorio seguido a Gómez de Cifuentes, Miguel Hoyos y Melchor Ramos, de la gente que acompañó a Juan Rodríguez Suárez en su viaje al descubrimiento de la Sierra Nevada  y fundación de la ciudad de Mérida, que ellos atestiguaron que entre otros pertrechos llevaban hato y caballos, los vacunos del hato eran parte del sustento de la empresa  conquistadora.
La iglesia en su acción misionera buscó estabilizar su institución, es así como a partir de 1628, funda algunas haciendas, y para 1776 la compañía de Jesús posee en Mérida las siguientes propiedades con ganado: Las Tapias, Santa Mónica, Santa Catalina y San Jacinto.
Entrada a una finca de Ganadería de Altura
Otros antecedentes.
El sistema instaurado el 23 de enero de 1958, a la luz de 32 años de historia tiene un cúmulo de deficiencias, que lamentablemente sobresalen con claridad y a los cuales en determinados aspectos referiré algunas consideraciones mas adelante; pero es obligante recordar que Mérida un estado rural, de agricultores, para 1958 apenas tenía 12 kilómetros de carretera asfaltada, el tramo Mérida – Ejido, sus pueblos estaban en tinieblas, incomunicados, eran muy pocos los que contaban con electricidad. La infraestructura educacional y para la salud muy precaria y deficiente, y así pudiéramos seguir diciendo de nuestro atraso social.
La actividad de La Ganadería de Altura mejora la condición paisajista
Un poco más de tres décadas han mejorado notablemente la asistencia social y las oportunidades para la educación, y toda la infraestructura para el desarrollo, pero referido al sector rural nuestro sistema de gobierno ha alcanzado un importante logro en algo que intento definir como democracia social, cuántos gremios de productores han nacido en este tiempo en Mérida, en verdad que me agradaría tener una estadística total, pero en el campo de la ganadería la lista corresponde a lo siguiente: Asociación de Ganaderos Alberto Adriani, con sede en El Vigía y que recientemente cumplió 30 años de existencia; La Asociación de Ganaderos de la Zona Alta de Mérida, que hoy justamente esta celebrando en este honorable recinto  20 años de existencia, la cual tiene afiliada a las siguientes uniones de productores: la de Jají, la de La Azulita, la de Chiguará, la del Valle, la de la Cuenca Media del Chama y la de Tabay. También existen las asociaciones de productores de Santa Elena de Arenales y la de Bailadores.
Curva de lactancia de una vaca en software ganadero
















 
En varias oportunidades desde la década del año sesenta, se intentó fundar en Mérida una Asociación de Ganaderos, muchos interesados, suficientes motivaciones, pero faltaron promotores, así llega el año de 1970 cuando se constituyó la Junta Pro Desarrollo de la Ganadería  de Altura, de la cual surge la Asociación de Ganaderos de la Zona Alta de Mérida. Su primera directiva queda integrada así: Presidente honorario, César Marquina; Presidente Pedro Uzcátegui U.; Vicepresidente, Germán Monzón Salas; Secretario de Actas y Correspondencias, César Marquina A.; Secretario de RR Públicas, Alfredo Dini Ruiz y Tesorero Luis A. Burguera. Suplentes, Eloy Dávila Celis, Carlos Sánchez Venegas, Gustavo Pérez, Augusto Rodríguez y Alfonso Rivas. En el acta constitutiva también firman, Héctor Ramírez Méndez, Fabio Contreras y Efraín Plaza.
Los señores Juan Miguel Agostini, Alfredo Dini Ruiz y Pedro Uzcátegui Urdaneta, siempre permitieron que tanto la junta promotora, como la primera directiva celebraran las reuniones en sus respectivas residencias.
Corral y comedero para vacas
Henil para becerros



Posteriormente me tocó por elección, el ejercicio de la presidencia de Agzam, por dos períodos consecutivos, que abarcaron desde el año 1972 hasta el año 1975, en ese tiempo la Asociación Venezolana de Peritos Agropecuarios, que presidía para ese entonces mi entrañable amigo y excelente gremialista, perito agropecuario y Lic. en Administración Fredy Garcés hoy día presidente de Agzam, nos permitió compartir el local que ellos tenían, en una de las antiguas aulas, del excelente y siempre recordado Colegio San José de Mérida, edificio que para esa época ya era propiedad del Banco Obrero. En ese lugar lunes tras lunes, la directiva de Agzam sesionaba, todos colaboraban extraordinariamente, pero hay un trabajo de 2 persona que suelo recordar y que en este día vuelvo a mencionar como un testimonio de leal y sincera amistad. Alfonso Rivas, tesorero, cuidaba con esmero una caja de cartón que era como un miembro mas de la Asociación, y donde meticulosamente  guardaba los libros que claramente reflejaban las cuentas, listado de los asociados, las cuotas pagadas y pendientes y los saldos que siempre demostraban una absoluta igualdad con los respectivos comprobantes bancarios. Ramón Alí Mejía, excelente como secretario de la Asociación, no dejaba escapar ninguna letra de las que componían en palabras las frecuentes reuniones.
Después hubo nuevas directivas presididas por: Rigoberto Guillén, Antonio Marquina, Alberto Newman, Edecio Molina, Antonio Rivas, Luis G. Hernández, y la junta directiva actual presidida, como dije antes por Fredy Garcés.
Al inicio tal vez como el rey, también colectivamente soñamos, pero todos quienes conformamos en los diferentes períodos, la directiva de Agzam, construimos en palabras, muchas ideas, proyectos e iniciativas que pudieran resumirse en dos etapas: 
Mautas criadas a potrero
Primera etapa, década de los años 70.
Hasta esa fecha, salvo muy contados casos, en la Zona Alta de Mérida existió una ganadería totalmente extensiva, en pastoreo, que comercializaba su pequeña producción a través de la elaboración de queso artesanal de tipo ahumado, que se vendía  en todas las bodegas merideñas. Los cambios se inician con la aparición de los primeros establos, hacia Jají, Tovar, La Azulita, Chiguará, Santo Domingo y otros lugares.
Desde mucho antes en pequeña escala se cultivaba el pasto imperial, como gramínea de corte; el Instituto de Investigaciones Agropecuarias de la ULA, le encontró un compañero al imperial, con la difusión el pasto Taiwán A-146, que conjuntamente con los establos, algunos ordeños mecánicos y otras máquinas, delinean el marco fundamental, del sistema de producción de la década de los años setenta.
La Asociación que nació el 12 de julio de 1970 en asamblea efectuada en el Colegio de Médicos de Mérida, juega un papel decisivo, obteniendo respuestas muy importantes: la firma del convenio Corpoandes – UCV – ULA, en el año 1971, pone a funcionar la Estación Experimental El Joque en Jají, y Santa Rosa en La Hechicera en Mérida. Progal como se conoce ahora dicho programa juega un papel de primera importancia en la ganadería de altura de nuestros días.
Corral para manejar rebaños de bovinos






El 9 de noviembre de 1972 empezó a operar la receptoría de leche de Las Cruces de Jají, iniciando el cambio de patrón de comercialización de queso a leche fluida. En junio de 1975 empieza a funcionar la receptoría de leche de La Azulita. Estos dos centros de acopio fueron apoyados e inicialmente ayudados económicamente por Corpoandes. Las Cruces, recibió Bs. 2.600.00 mensuales por un año, un total de 31.200.00 Bs. La Azulita, 45.400.00 Bs. de aporte. Carlos Febres Pobeda y Gustavo Pardi Dávila, ejercían la presidencia de Corpoandes en aquellos tiempos.
En 1975 Agzam, promueve una importación de ganado, y los 11 productores interesados tomamos rumbo al Canadá, escogiendo de común acuerdo los animales, y concretando una importación de 222 bovinos, comprados en la provincia de Toronto, con un crédito otorgado por Bandagro.
En el año 1977 Progal, pone a funcionar la Unidad de Producción Joque, basada en un trabajo que presenté bajo mi condición de director ejecutivo del programa para ese entonces.
La década termina con moderado entusiasmo en la ganadería de altura, con apenas modestos resultados en cuanto a volúmenes de leche producida.
Abonamiento foliar del pasto kikuyo
Segunda etapa. Década de los años 80.
La UPJ fundada en 1977 empieza a dar resultados a partir de 1980, cuando los productores que la observan, conocen sobre la facilidad del manejo de los animales, en pequeños potreros de pasto kikuyo, divididos con cerca eléctrica, y con excelentes resultados en cuanto a producción de leche, y con valores reproductivos y sanitarios nunca antes observados en la zona.
Los trabajos del Joque demuestran dificultades para el cultivo de las leguminosas en la serranía andina, y prueban de la extraordinaria calidad en rendimiento y valor nutritivo, del pasto kikuyo, corroborado por las vacas en el balde y en su estado físico.
La experiencia ancestral anterior al año 70, en cuanto a las bondades del pastoreo, se aprecia nuevamente, el uso racional de la pastura por medio de auto cosecha y selección por los animales, desata lo que bien pudiera denominarse la fiebre del kikuyo.
Moderna y bien cuidada sala de ordeño
Dirigentes ganaderos en La Azulita
















En las fincas existentes se siembra profusamente dicho pasto, surgen modernas salas de ordeño, llegan numerosos vientres de la raza Holstein, muy importante, la asociación de Ganaderos, simultáneamente estimula las uniones de productores, que localmente ejercen acciones gremiales y ponen a funcionar nuevas receptorías de leche, logrando un inventario animal de 11.000 vientres Holstein, que constituyen el reservorio genético mas importante de Venezuela. Para 1988 en la Zona Alta de Mérida se llegó a alcanzar hasta 130.000 litros diarios de leche, cifra que por si sola evidencia el éxito alcanzado.
Una conjunción de esfuerzos por un interés colectivo, con la participación de los productores, de los dirigentes gremiales, de los técnicos en ganadería, con proyección al bienestar de la comunidad, realizado con mística, con interés de servicio, sin cobrar remuneración alguna para el caso de los dirigentes gremiales, constituyendo una fuerza interior que como reserva moral estuvo presente en estos veinte años de historia gremial; y que también acompaña a tantas otras asociaciones de productores de la vida merideña, que constituyen como ya afirmé una expresión democrática, democracia social, fuerza transparente por claridad de propósitos, que ha servido y servirá siempre, para darle contenido social, humano, a todas las acciones que en función de desarrollo emprendemos los hombres.
Nuestro tiempo.
Un pequeño insecto, el Blissus ataca el kikuyo




Gusano medidor alimentándose con pasto


El helecho produce cancer en los bovinos, se combate con herbicidas
Para 1989 había en Venezuela 1.119.374 vacas de ordeño, con una producción diaria de 4.728.953 litros de leche, con un promedio nacional de 4.22 litros por vaca día. El Estado Mérida aparecía en primer lugar a nivel nacional en cuanto a número de animales del rebaño de la raza Holstein, con una producción promedio de 15 litros por vaca día, promedio que corresponde a la Zona Alta de Mérida de acuerdo a las cifras del Registro Oficial de Producción de Leche, ROPL.
En 1990 cuando empezamos una nueva década, las cifras alcanzadas bastantes halagadoras, empiezan a mermar, y hoy día la producción de la Zona Alta de Mérida que superó los 130.000 litros, apenas alcanza para la fecha unos 60.000 litros de leche diarios.
Toda la agricultura nacional sufre un colapso, el porvenir se torna incierto, agudizándose las disminuciones de producción, observadas en 1989 con respecto al año precedente 1988, que arrojaba los siguientes descensos:
Leche 12.4% - Arroz 18.3% -  Bovinos 4.2% - Maíz 28.1% - Cerdos 26.4% - Sorgo 27.4% - Aves 18.6%.
La Confederación Nacional de Productores Agropecuarios, Fedeagro, en reciente remitido denuncia la generalizada importación de alimentos. ¡Pan de hoy…hambre de mañana!, y puntualiza entre otras cosas: quienes menosprecian nuestra agricultura son los mismos que señalaron, que en 1989 la inflación no pasaría de 35% y llegó al 81% según cifras oficiales. Son los mismos que en su obsesión de no rectificar el paquete de medidas económicas, han logrado que el BCV, por primera vez en 50 años vaya a cerrar con pérdidas sus operaciones. Concluyendo, que todo indica, que este será el gobierno que enterrará la producción agrícola, quien sabe por cuantos años.
El sistema de gobierno atraviesa serias dificultades, pero la democracia que es el mejor sistema conocido, tiene en su interior todas las reservas que sabiéndolas conducir y expresar podrán superar las dificultades.
En agricultura se habla de muchas roscas, y en política esa expresión puede ser valedera, los partidos políticos están aferrados a practicar una democracia mediatizada, con entes o cogollos que no conocen de participación y consulta, donde impide el libre y sano encuentro de capacidades, prevaleciendo los intereses personales y grupales. De continuar esto así, no sólo enterraremos la agricultura sino también el sistema de gobierno que viene dando traspié. En las últimas elecciones nacionales record en abstención y en las locales, estado y municipios, el primer lugar, 50% lo ocupó quienes no concurrieron a las urnas, muchos creen que aquí podrá surgir un Fujimori, o fenómeno parecido.
La democracia social debe continuar haciendo esfuerzos, la corrupción que se extiende y generaliza, no sólo invade el cuerpo social, a los gremios, a las individualidades; la especulación y la inflación ligadas a la economía a todos asusta, pero proceden de un manejo desacertado del aparato estatal.
El desarrollo local, el desarrollo estadal, tiene que sustituir claramente al centralismo que no solo proviene desde Caracas, pues también se expresa desde la capital de las entidades federales hasta los municipios.
Ahora el desarrollo regional, la agrupación de áreas geográficas diferentes a los linderos de los estados, no pueden continuar viniendo desde la capital del país, debe partir de la concertación de gobernadores estadales, que tienen la necesidad de sumar esfuerzos y recursos estratégicos para hacerlos mas eficientes. Al igual que los alcaldes tienen que sumar para que de manera justa los recursos vayan  al interior del Estado, máxime en una entidad como Mérida que todavía es rural, y donde mas del 50% de la población esta fuera de la urbe capital. Los gremios deben asimilar la lección de los partidos políticos, hay que fortalecerlos localmente, los productores pecuarios donde esta el ganado, y no en Caracas donde el personalismo partidista e institucional oficial, amenaza con hacerlos instrumentos  de intereses particulares.
La reciente política lechera, llegó tarde, la misma que tiene la ventaja de fijar un precio mínimo, y proyectada para cambiar el patrón de leche en polvo a líquida, de aumentar la calidad higiénica, la producción y el precio del productor, no logra éxito. El pago de incentivos no se cumple, por la subjetividad en el análisis del producto y otros factores. El gobierno al importar leche maniobra para estancar el precio mínimo, que en promedio apenas llega a 12 Bs. el litro a puerta de corral, pero que el consumidor paga a mas de Bs.20 el litro en los centros de detalle.
Rebaño de vacas Holstein

A partir de este año hasta el 2000, en una nueva etapa que se inicia podemos formular propósitos:
1. Fuerza gremial, democracia social, la unión local de los productores hacia la conquista de justas relaciones entre precio de insumos y venta del producto.
Bajo la ayuda del precepto legal, del MAC, por vía del ejemplo, podemos los productores iniciar una campaña para el control y erradicación de la garrapata, a nuestras propias expensas.
2. Progal, por sobradas razones debe pasar exclusivamente ULA, institución bicentenaria, con resultados extraordinarios en el campo humanístico, médico, forestal y otras ciencias, pero que todavía en un estado agrícola como Mérida, le corresponde concretar una institución superior en el campo agrícola.
3. La productividad y todos los parámetros propios de una moderna ganadería lechera, debidamente registrado por las asociaciones locales.
La integración vertical con agroindustrias en manos de los productores.
4. Equilibro racional que permita la conservación de los recursos naturales renovables, la producción de alimentos, y el aprovechamiento integral de nuestro medio, donde el paisaje que es también excepcional  riqueza merideña, en acuerdo con los productores sea fuerte de agro turismo.
Sala de ordeño con computadora
Don Pedro de Alegría con su apellido y sus vacas, seguro que esperó sembrar contento en el ánimo de aquellas tierras conquistadas, las realidades nos llevan por un camino que todos estamos haciendo, que puede multiplicarse exponencialmente, si la fuerza de los productores y los gremios encuentran los propósitos en los dirigentes, para hacer de la agricultura la piedra angular de nuestra riqueza como pueblo.
Estoy seguro que Ignacio Paredes, avezado dirigente campesino, hoy frente a la legislatura merideña, y todo este cuerpo, continuará entendiendo, aupando y colaborando con las soluciones para un desarrollo social, del sector rural.
Muchas gracias,
Germán Monzón Salas
Mérida, 11 de julio de 1990