lunes, 16 de febrero de 2015

Blog N° 138 Paseo por el páramo de Mucuchíes


Páramo merideño

Lugar de trabajo ideal para disfrutar

Espléndida naturaleza llena de armonía y paz
Iglesia de SANTA LUCÍA en Mucuchíes
    La cordillera de Los Andes en Venezuela se extiende por los estados Táchira, Mérida, Trujillo y parte de Lara, no obstante las mayores alturas y el mayor porcentaje de serranía y páramos corresponde al Estado Mérida. En esta entidad merideña hay varios páramos, por los lados del municipio Rivas Dávila (Bailadores), hacia los pueblos de sur, y hacia la vertiente oriental tenemos el páramo de mayor extensión, que corresponde con varios municipios: Rangel (Mucuchíes), Miranda (Timotes), Cardenal Quintero (Santo Domingo) y Pueblo Llano. 
    En los páramos merideños sobresalen dos actividades la agrícola y el turismo. En esta edición me referiré a aspectos turísticos y la naturaleza en general del Municipio Rangel, con énfasis especial en el hermoso valle de Gavidia.
    El páramo de Mucuchíes es un lugar con atributos especiales para realizar paseos con la familia, amistades o visitantes, la naturaleza se presenta con el mayor esplendor de luz  y color. En un recorrido cercano a los 140 kilómetros, contemplando la ida y retorno podemos realizar un paseo, en todo tipo de vehículo, que se puede iniciar con un desayuno merideño de pasteles, acompañado de avena y jugo de frutas.  
        RECORRIDO MÉRIDA - MUCUCHÍES - GAVIDIA  
    Luego del desayuno en la ciudad proseguimos hacia Mucuchíes, para continuar a Gavidia, saliendo de la ciudad a eso de las 9 de la mañana, con múltiples paradas para deleitarnos a observar y tomar fotos de la naturaleza, llena de variados cultivos hortícolas, hermosos paisajes multicolores, disfrutando del clima, que a la medida que ascendemos se torna frío, pero muy agradable, invitándonos a sentirnos en comunión y absorbidos por la naturaleza que se nos regala ante nuestros ojos. Arribamos a Gavidia en horas de medio día.
Castillo San Ignacio, impresionante construcción 
de piedra y ladrillo que sólo un espíritu romano
pudo edificar en Mucuchíes.
    Mucuchíes es un hermoso pueblo merideño muy conocido, porque se le distinguía como el pueblo mas alto de Venezuela, ubicado a casi 3000 metros de altitud, debo decir que San Rafael de Mucuchíes y Llano del Hato que vienen creciendo y son poblados importantes se encuentran a mayor elevación sobre el nivel del mar.
   El primer Cardenal de Venezuela, José Humberto Quintero Parra, nativo de esta población, también se le distinguió como destacado orador sagrado.
    En esta población hay varios hoteles y restaurantes, con una apropiada infraestructura turística con la mejor disposición para recibir a todos los visitantes, donde siempre serán bien recibidos. Se distinguen entre otros Mifafí, Los Conquistadores, Carillón, Castillo San Ignacio, Posada Turística San Rafael, El Atillo y El Rosal.
Desde Mucuchíes vista hacia Gavidia
   La vía desde Mucuchíes hasta Gavidia nos lleva deleitándonos con la multiplicidad y esforzada labor de los agricultores para producir hortalizas que van a todos los mercados de las principales urbes de Venezuela. Esos trabajadores van pintando de colores los campos de cultivos, y el color de los mismos dependerá del suelo desnudo, de la especie cultivada donde el tono del verdor lo dará el estado vegetativo del mismo, cuando tiernas, en su mayor frondosidad o próximas a la cosecha. Se pasa por la aldea de Mocao donde hace varios decenios pude visitar un molino de piedra para moler el trigo que antes abundaba por esos páramos. 
Entrando al estrecho de las lomas que van hasta Gavidia
    La carretera angosta, pero suficiente con buen piso, hacia la parte de arriba y abajo alberga la agricultura paramera donde los rubros de la papa y ajo son los de mayor importancia.
Vista de la carretera hacia Gavidia
    En la medida que nos acercamos a Gavidia va quedando atrás el río Chama que corre en lo hondo del paisaje, cada vez estamos próximos a descubrir el zanjón de la quebrada o rió Gavidia
La roca antes de Gavidia
    Esta foto precedente nos muestra una orografía impresionante, una roca ígnea corpulenta que causa asombro y que apenas deja espacio para bordear en sus orillas una calzada para un vehículo que sube por una empinada cuesta las paredes casi perpendiculares de la garganta por donde pasa el agua.     Al terminar el automotor de escalar la estrecha vía donde queda atrás un angosto puente ya escalamos el tramo final para encontrarnos con Gavidia.       Es posible en la estrecha garganta una presa para retener el agua y así multiplicar el caudal en el embalse que se formará para dar mayor volumen a los numerosos sistemas de riego que hay por la zona y que acompañan siempre con sus tuberías por el margen de la calzada vial.  
Pequeño Valle de Gavidia
    GAVIDIA, es un pequeño y muy hermoso vallecito, el mes de febrero cuando visitamos el lugar es la época de mayor sequía y máximo frió en el lugar, el color de la naturaleza es marrón claro por la seca vegetación y los arbolitos, que así se llama una especie paramera apenas exhiben un verde oscuro por la falta de agua. 
Posada Michicabá en Gavidia 
    En Gavidia visitamos la Posada MICHICABÁ, atendida por su dueña la amable señora Rosalía de Rangel, quien nos indicó que tiene 3 cómodas habitaciones, que para el momento de la visita incluido un criollo desayuno tiene un valor de Bs. 390.00. Se puede llamar al teléfono: 0274 511 8701, para una información directa y actualizada. En la posada se pueden alquilar cabalgaduras provistas de guía para continuar un paseo a caballo y seguir adentrándose en esa impresionante geografía de la estribación sur de la Sierra Nevada de Mérida. 
    El Valle de Gavidia se reparte en dos vertientes, una de ellas hacia el caserío Mi Carache, y quebrada de igual nombre, distante a unos 10 o 15 minutos con una vía de pavimento rígido para un sólo vehículo. La otra vertiente va hacia Las Piñuelas con quebrada de igual nombre y vía rústica de tierra. Ambas vertientes suman un impresionante Valle que hacia la parte baja y media, cerca de Gavidia, suma una importante extensión con potencial agrícola. Hacia la parte de mayor altura donde se encuentra El Alto del Cristo el paraje es solitario, acompañado de la neblina el frío y el viento paramero. 
    Preguntando de la posibilidad para ir a Los Nevados, no hay carretera, estiman que se demoran unos 4 días. El camino es por la laguna verde la más grande del páramo, se pasa por el alto del santo Cristo, el “Humboldt”. Sólo hay serranía, no cultivos, casa ni otra actividad.
    En el lugar, vallecito de Gavidia y las extensiones hacia Mi Carache y La Piñuelas siembran papa y ajo, pero ahora por la escasez de harinas de trigo y maíz los agricultores se han visto precisados a sembrar otra vez trigo cultivo muy antiguo en el lugar, pero sin rentabilidad, es la manera de proveerse del pan con la arepa de trigo. Por cierto nos contaron que para moler el trigo llevan un pequeño molino que impulsado por motor realiza la tarea de la molienda que antes era tediosa y complicada con la producción de harina con piedras de molino movidas por agua.
Observamos en el lugar ovejas y algunos cochinos, lo cual ayuda a la economía familiar.
Capilla en Gavidia

   El lugar tiene potencialidades agrícolas y turísticas, sus habitantes nos contaron que la carretera llegó al lugar en 1968 en gobierno de Carlos Andrés Pérez, el asfaltado de la misma lo realizó Jesús Rondón  y la electricidad William Dávila Barrios.
Vía hacia Mi Carache después de Gavidia
Fotografía aérea tomada de Google Earth 


    Almuerzo en Mucuchíes.
    A eso de las 2 de la tarde regresamos a Mucuchíes, nos detuvimos a almorzar en el Castillo San Ignacio, como ya afirmé impresionante y robusta construcción iniciada por familias italianas que llegaron hasta el lugar, sin ninguna duda con estirpe o linaje romano, muy apegados a épocas pretéritas enamorados de nuestras tierras donde han dejado una imborrable huella, imperecedera, un rastro de nobleza, ahora convertido en un castillo único, muy bien cuidado y convertido en paso obligatorio para el paseo al páramo merideño. Allí hay hotel moderno y confortable, en el restaurante de primera que no dudo en recomendar para todos quienes quieran disfrutar una deliciosa comida, muy bien servida, con atención profesional de primera y en un ambiente exclusivo que sólo podrá encontrar en Mucuchies de Mérida Venezuela.
   Gracias a las familias Piba, Castrogiavani y Salcedo que tienen que ver con esa maravilla de iniciativa y cuidados para la posteridad de una obra que tiene visos de eternidad. Muchas gracias.
Mérida, 16 de febrero de 2015
Germán Monzón Salas

Nota: Salvo indicación contraria las fotografías son del autor

8 comentarios:

  1. Hermosa vistas y magníficos comentarios. Saludos

    ResponderEliminar
  2. Rafael. Gracias por su comentario, aprecio sus letras y complacido que le gusten las vistas. Atte. GMS

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes.
    Iniciemos la campaña por el paramo, donde usted goza de mucho aprecio.

    ResponderEliminar
  4. Alirio: muy simpático tu comentario pero no estoy pensando en esa dimensión. Gracias. GMS

    ResponderEliminar
  5. Alirio: muy simpático tu comentario pero no estoy pensando en esa dimensión. Gracias. GMS

    ResponderEliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  7. Germán, gracias por el paseo paramero. Recordé cuando estudiábamos agronomía (día de papas en Mucuchies, Fonaiap) y cuando llegaron los primeros italianos a Venezuela en 1840, precisamente a los páramos, especialmente por el trigo, que como lo dices, ya no se cultiva. Un abrazo, Rafael Cásares.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Rafael, apreciado colega. Gracias por tu comentario, que bueno que sirvió para estimular recuerdos lejanos. Saludos para los suyos, todo lo que quieran escribir siempre bienvenido. Atte. GMS

      Eliminar

Aquí puede colocar sus comentarios. Gracias.