viernes, 13 de junio de 2014

Blog N° 118 DÍA DEL GANADERO

José Antonio Páez (De Internet)
La Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (FEDENAGA) resolvió en el año 1967 instituir el Día del Ganadero el 13 de junio, fecha del natalicio del General José Antonio Páez, hoy quiero recordar especialmente a los ganaderos merideños, pero a todos en general esa importante efemérides.

Por la celebración de un nuevo año de esa importante fecha publicaré parte de unas palabras pronunciadas en la Iglesia San Miguel Arcángel, de La Parroquia Jají. 





            Día del Ganadero
            Promotor del acto, Concejo de Campo Elías
            Lugar del acto, Iglesia San Miguel Arcángel de Jají
            Fecha, 13 de junio de 1990

              El Llano y la serranía
            La presencia de un alcaraván, las palmeras sobre una alfombra infinita; el agua silenciosa que imperceptible baja, como en especie de heridas en los zanjones que hacen surco en la tierra; el galope, el pasitrote o la pisada de uno o mil caballos, los arreos de ganado, la sabana que cubre y abraza la tierra, constituyen algunos de los tantos marcos que pueden definir un paisaje. Al igual que las casitas de colores vistosos, con jardines de lirios y flores donde un chupaflor deleita su néctar; los pequeños valles que impasibles reciben las aguas sonoras que en perenne bullicio escurren las faldas de la tierra, la pisada lenta de cuadrúpedos en blanco y negro, todo cobijado en horas mañaneras o vespertinas por tenue o espesa neblina, son también parte de una naturaleza.
            Juntar el llano y la serranía, no parece posible, hay tantas diferencias, cuanta llanura y cuanta pendiente, pero hoy 13 de junio que nacionalmente celebramos el día del ganadero he encontrado ese posible eslabón. Se llama José Antonio Páez, nos reunimos como productores del agro en su memoria, hoy es el bicentenario de su nacimiento, y por iniciativa de Uplejají y aceptación del Concejo de Campo Elías, podemos juntar El Llano y la Serranía, el alcaraván y las casitas andinas con chupaflor, el agua silenciosa y las cascadas cantarinas.
            Hoy debo referirme al general en jefe José Antonio Páez, a los ganaderos de Jají y Mérida y a nuestro sistema de gobierno.

            José Antonio Páez
            La tierra testigo del nacimiento de todos, quiso darnos un hombre, de múltiples definiciones: mito, leyenda, carne y hueso, jinete de la brisa, centauro del llano.
Páez un peón de sabana, un hombre de manos ásperas y fuertes, diestras para la lanza, la soga, para enlazar un novillo, hecho para dominar la llanura.
Páez, un catire llanero, nacido un año después de la revolución francesa, cultivó y dominó su espíritu, proyectó a su gente, a su tierra, podía tocar un arpa de 32 cuerdas con seis bordones y seis primas, frente a un piano o un violín dejaba su espíritu, en notas musicales o versos propios.
            Pudo recorrer muchas latitudes, dominar el inglés, francés e italiano, le acompañaba una especial y subyugante personalidad.
Páez un guerrero indómito, autoritario y hasta cruel cuando las circunstancias lo ameritaban, también supo perdonar.
            Páez el primer líder popular de nuestra tierra, hilvanado, cocido y forjado a semejanza de un paisaje llanero, paisaje que se funde y confunde en el infinito.
Una tarde llanera en un día como hoy, un 13 de junio de 1790, a las márgenes del río Curpa, en un pequeño ranchito, en el Estado Portuguesa, del vientre de María Violante Herrera nace José Antonio. Continúa en su escenario natural, los llanos de Portuguesa, Barinas, Apure, Guárico y Cojedes. El llano constituía una tierra de hombres, con todas las reses y caballos necesarios, que serían a la postre factor determinante para hacer la patria.
            Después de la pérdida de la 1ª. República, en el año de 1812 aparece el adalid del llano, Páez participa en 53 acciones de guerra, de las que menciono apenas Las Queseras del Medio, con su grito de “vuelvan caras”, Mata de la Miel, Las Flecheras, Mantecal, Mucuritas y Carabobo.
            Páez a fuerza de prestigio caudillista lleva a cabo la separación de Venezuela de la república de Colombia. El 13 de enero de 1830 monta un gobierno provisional con sus amigos y seguidores inmediatos. El 24 de marzo de 1831 el congreso, instalado en Valencia, proclama a Páez como presidente constitucional; a decir del historiador Guillermo Morón, nace una república centro federal, clasista, un tanto aristocrático, con Páez como presidente, un llanero de pueblo raso.
            Para febrero de 1835 termina su período, y sale electo presidente el Dr. José María Vargas, el cual es derrocado, provocando la intervención de Páez que lo repone en el poder.
         Páez es electo nuevamente presidente de 1839 a 1843, después Carlos Soublette que termina en 1847. También se afirma que el período paecista  de 1830 a 1847, sirve para respetar la constitución, prevalece la sobriedad administrativa y la recuperación económica.
            El 10 de septiembre de 1860 asume en dictadura oficialmente y entrega el 6 de junio de 1863.
            Páez el caudillo campesino, tres veces presidente, carne y hueso de su tierra llanera, de la sierra, hacedor de la república, hoy cuando conmemoramos los 200 años de su nacimiento, desde Jají especie de vitrina de las lomas andinas, te decimos que fácil es juntar el llano y nuestra tierra, si somos un mismo barro, que sigue en la búsqueda de la felicidad para sus hijos.
            Para los ganaderos venezolanos,  y para nosotros en Jají es un compromiso patriótico, nuestro día en su memoria.

            Jají y su ganadería
            
         Hasta el año 1970 podemos considerar una primera etapa, surgida tal vez a inicio de siglo cuando lentamente las tierras deforestadas, e inicialmente cultivadas con cañas, cambures, maíz, caraotas y otros frutos, permiten la llegada de pequeños rebaños de bovinos criollos, que sirven para producir carne y leche. Como subproducto el queso ahumado, producto que se comercializa con Ejido. Durante la década de los años 1940 y 1950 llegan a la zona toros mestizos y algunos animales puros de la raza Holstein y Pardo Suizo. Las características de la ganadería en esa época definían una explotación de pastoreo totalmente extensiva, con muy escasos volúmenes de producción.
            A partir de 1970, hay dos décadas claramente definidas, la primera hasta 1980, marca importantes iniciativas: establos, pastos de corte, algunas máquinas de ordeño e intensificación de prácticas sanitarias. Simultáneamente, la zona recibe importantes beneficios de vialidad y electrificación, y el esquema tradicional de la leche, vendida como queso ahumado se rompe el 9 de noviembre de 1972, cuando empieza a operar la receptoría de leche de Las Cruces, iniciándose la venta de leche fluida a la planta Indulac en El Vigía.
            En 1971 se funda a través de Corpoandes, UCV, ULA el Programa de Ganadería de Altura (Progal). También desde 1971 funciona la Asociación de Ganaderos de la Zona Alta de Mérida, y en agosto de 1975 dicho gremio realiza una importación de ganado Holstein, desde Toronto, Canadá y mas del 50% de los bovinos se quedan en Jají.
            La década de 1970 funde tres acciones indispensables para el desarrollo: la constancia de los productores, el conocimiento de los técnicos y la fuerza de los gremios.
            La década en referencia terminó dejando de un lado por sus evidentes malos resultados la ganadería estabulada, y con los pasos iniciales de cambio de esquema de comercialización, pasando de queso a leche fluida, así como incremento de los volúmenes de producción.
            La década de los 80 surge con los resultados de la Unidad de Producción Joque (UPJ), proyecto que formulé y puse en ejecución en el año 1977, en la oportunidad que ejercí la dirección ejecutiva de Progal.
            Empieza la fiebre del kikuyo, avalada por los estudios de dicho pasto realizados en el Joque. También se construyen salas de ordeño mecánico y se dividen los potreros, en pequeñas superficies con cercados eléctricos.
            Se produce la llegada de vientres lecheros importados, y se mejora la comercialización fundando nuevas receptorías en otras áreas de la zona alta.
            La década de 1980 marca el éxito del pastoreo y notables avances, de producción y productividad, así como la aparición de gremios agrupados por zonas, en uniones, donde los productores de leche se asocian, y entre esas uniones se destaca Uplejají.
            Ahora en 1990 empezamos una etapa decisiva, haciéndose indispensable que la constancia siempre presente de los productores de la zona, y la voluntad e interés de los que van llegando que suman esfuerzos, se multipliquen, aspirando como resultado una cifra que denomino fuerza gremial, que podrá encaminar acciones e iniciativas para obtener insumos de calidad y justos precios, y así continuar modernizando las empresas, para intercambio permanente de experiencias, para nuclearnos en torno a la necesidad de conservar los recursos naturales, bajo un esquema racional acorde con nuestro tiempo, y la necesidad imperiosa de producir alimentos.
            Estamos a tiempo para una integración vertical, no podemos conformarnos con únicamente con producir la leche, dispongámonos para diversificar nuestra producción, y realizar nuestra propia agro industria. Uplejají su actual directiva, realizan una efectiva labor.

          
            Germán Monzón Salas