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Ramón Guillermo Aveledo (De Internet) |
Con la debida autorización se me permitió incluir en el Blog MiradorElectronicoGMS, la versión final del documento enviado a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Solo la contribución de un selecto grupo de académicos y personalidades comandados por Ex Rectores de la ULA, pero especialmente por la preocupación, interés, ejemplar y ágil dirección de José Mendoza A., hacen posible elevar la voz y romper a tiempo un silencio que hasta cómplice pudiera parecer, ante un desesperanzador momento político que nos obliga a participar y desligarnos de indiferencia, que hasta ponen en peligro la democracia. Gracias a todos. Atte, Germán Monzón S.
N° 70
Henrique Capriles (de Internet) |
Mérida, 17 de enero de 2013.
Ciudadanos
Dr. Ramón Guillermo Aveledo, Secretario Ejecutivo y
Demás integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
Caracas.
Distinguidos amigos
Quienes suscribimos,
participantes del espacio de discusión pública que en Mérida funciona desde
hace seis años bajo el nombre de “La Tertulia de los Martes”, en atención a los
rasgos más pronunciados del actual cuadro político nacional, hemos convenido
hacerles conocer algunas de las inquietudes suscitadas por el examen de la
situación, sin más interés que el de permitirles tener un registro de lo que en
otras partes del país, fuera de Caracas, se piensa sobre nuestro destino actual
y sus perspectivas.
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Municipios de Venezuela visitados por Henrique Capriles en la campaña presidencial 2012 (de Internet) |
I
El tránsito del año 2012 al 2013
en la política venezolana es una vuelta de página en el desenvolvimiento del
régimen establecido en el país por el Tte. Cnel. Hugo Chávez a partir de
febrero de 1999. Tres hechos nos permiten darle esa calificación.
El 8 de diciembre pasado, cuando
el Presidente de la República informó a la colectividad nacional que debía
abandonar otra vez el país para someterse a tratamiento quirúrgico por causa de
su delicado estado de salud, advirtió que ese alejamiento podía impedirle el 10
de enero tomar posesión, mediante juramento, del cargo para el que había sido
reelecto. Previó también el caso de una eventual falta absoluta suya que
obligaría a convocar nuevas elecciones presidenciales, para lo cual tomó la
decisión de designar a su Vice-Presidente como el candidato en ese, al parecer,
inminente proceso. En la práctica, el Presidente dejaba abierto otro proceso
electoral presidencial y consciente de la brevedad de la previsión
constitucional para llevarlo a cabo, que no da tiempo de mayores discusiones
para seleccionar el abanderado, hizo valer su voluntad y lo escogió.
El 5 de enero debía escogerse a
quien, en calidad de Presidente de la Asamblea Nacional, debería asumir la
Presidencia interina del país en la coyuntura de la nueva elección
presidencial. La sesión del Poder Legislativo para elegir a su directiva
correspondiente al año 2013, normalmente un acto rutinario interno cumplido por
los integrantes de la Asamblea Nacional, fue convertida en esta ocasión en un
acto de estado al que solo faltó la representación diplomática acreditada en el
país. Se ejecutaba con toda la pompa nacional lo que en, en realidad, era el
primer paso en la sucesión del liderazgo de Chávez mediante un pacto entre los
herederos visibles del régimen.
Y el 10 de enero de 2013, con
ayuda de un forceps constitucional expedido a petición de parte interesada y en
medio de solemnidades propias de un traspaso de poderes, se instaló un gobierno
chavista sin Chávez, que solo en apariencia es el mismo que él presidía. En el
chavismo se ha cerrado un ciclo y se ha abierto otro.
Hay, por lo tanto, en nuestra
opinión, razones para que la MUD adopte en el corto plazo orientaciones
electorales precisas, y en el mediano y largo plazo orientaciones políticas
ajustadas a los elementos del nuevo cuadro político nacional. Tenemos el deber
de suponer que entre gente tan avezada como ustedes eso debe estar ocurriendo
ya. En todo caso, la modesta contribución en opiniones que procuramos no debe
considerarse como una impertinencia.
En el corto plazo, referido al
marco de unas previsibles elecciones presidenciales y a las que están
pendientes para elegir Alcaldes y a los integrantes de los Concejos
Municipales, vale decir el año 2013, nos permitimos someter a ustedes las
siguientes proposiciones:
1. Escoger cuanto antes, ya, al
candidato que representaría a las fuerzas democráticas en la eventualidad de
una nueva elección presidencial. Subrayamos algo que, estamos seguros, no se
les escapa a ustedes. El Presidente de la República hizo el disparo con el que
comienza la carrera presidencial, el gobierno está montado ya en la campaña
electoral y tiene un candidato en la calle. En nuestro criterio, para las
fuerzas democráticas el cuadro político actual circunscribe el asunto al nombre
del gobernador reelecto del estado Miranda. Así lo creemos por las siguientes
cinco razones a) La candidatura de Henrique Capriles Radonski a la Presidencia
de la República en las elecciones del pasado 7 de octubre salió de una consulta
al país que tuvo lugar hace apenas once meses; b) A pesar de su derrota,
cumplió un papel en esas elecciones que todos le reconocieron como altamente
encomiable; c) El reciente triunfo electoral para la gobernación del estado
Miranda pese a haber sido derrotado en esa entidad en las presidenciales y en
medio de la debacle de las fuerzas democráticas en las elecciones regionales
del 16 de diciembre tiene un valor político incuestionable; d)La obligante
circunstancia de que de producirse la falta absoluta del Presidente de la República,
la elección para cubrir la vacante deberá realizarse en los 30 días siguientes,
vale decir, sin el ámbito temporal requerido para pensar en fórmulas o métodos
más o menos complejos, y e) el hecho de pertenecer Capriles Radonski al partido
integrante de la MUD más votado en las últimas elecciones y que seguramente
debe haber examinado ya algunos de los excesos en que incurrió en la
oportunidad de dirigir la campaña para las presidenciales.
2. La unidad no es o no debe ser
solo de los partidos. La unidad nacional tiene que ser una estrategia capaz de
garantizar el encuentro de todos los venezolanos que aspiran a producir un
cambio en positivo frente a quienes ejercen el poder. En consecuencia, ante la
casi total certeza de nuevas elecciones, proponemos la escogencia de la tarjeta
única para aglutinar al país democrático. La tarjeta única, en nuestra opinión
tiene las siguientes ventajas a) Permite construir una mayoría electoral más
sólida, coherente y organizada para la búsqueda del voto; b) Facilita la unidad
entre las fuerzas democráticas y los factores disidentes del chavismo; c)
Permite a la oposición conectarse con un porcentaje importante de la
abstención; d) Permite la simplificación del proceso electoral, reducir la
cantidad de votos nulos y conocer más pronto los resultados; e) Reduce los
costos de la campaña en toda la cadena publicitaria y operativa; f) Facilita la
existencia de una sola maquinaria electoral, y g) Sería una fórmula más
asequible para que los sectores democráticos del oficialismo pudieran votar por
la Unidad Nacional para el cambio.
3. Debe adoptarse alguna fórmula
nacional para que la escogencia de los candidatos a los Concejos Municipales
sea el resultado de consultar a la gente, en cada Municipio, y no el producto
de acuerdos cupulares adoptados exclusivamente por los partidos en las
capitales de los estados o en Caracas.
4. Establecer, desde ahora mismo,
una suerte de bisagra entre las formulaciones programáticas para una coyuntura
electoral y las propuestas de fondo estratégicas que apuntan al mediano y largo
plazo. Después de un sereno intercambio de opiniones, hemos llegado a la
conclusión que ese punto de encuentro es el texto de la vigente Constitución.
En medio de circunstancias en que la Constitución comienza a ser una camisa de
fuerza para importantes sectores del chavismo que, en consecuencia, han buscado
la fórmula de evadir su cumplimiento o de violarla abiertamente con ayuda de
los otros poderes del estado, asumirla integralmente por parte de las fuerzas
democráticas como su programa político tiene innegables ventajas electorales y
políticas.
5. Hay que afinar aspectos del
discurso y de la propaganda electoral de manera que, sin ser una repetición del
discurso chavista, estén claramente dirigidos y tengan la posibilidad de ser
acogidos por destinatarios electoralmente muy sensibles como la franja más
pobre de la sociedad hoy cautiva del oficialismo, los abstencionistas, los
sectores rurales y la juventud, que no debe ser confundida con el movimiento
estudiantil.
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Tarjetas de la oposición apoyadas en las elecciones presidenciales 2012 (de Internet) |
II
Pero hay que pensar y actuar
también para el largo plazo. Aparte de un inexcusable error de perspectiva,
sería una inefable ingenuidad histórica llegar a creer o a imaginar que la
desaparición física de Chávez o su derrota electoral pueden permitirnos a los
venezolanos retornar, pura y simplemente, al momento en que se rompió el hilo
que nos guió hasta diciembre de 1998. Quienes mantengan esa ilusión (líderes
políticos, partidos o sectores económicos y sociales influyentes del pasado) y
aspiren simplemente a que todo vuelva a ser como antes del advenimiento del
chavismo, deben despertar de lo que no es más que un sueño. Se ha avanzado
bastante en la identificación de la naturaleza del régimen que actualmente
existe en Venezuela, pero se han hecho muy pocos progresos en la
caracterización precisa de la crisis que ha llevado al país a la situación en
que se encuentra hoy. Este no es un asunto académico sino de la mayor
relevancia política. Si llegáramos a ponernos de acuerdo en esta materia tal
vez podríamos superar las barreras que hasta ahora han impedido la formulación
de un nuevo proyecto nacional que le ahorraría a nuestra sociedad el destino de
un largo período de incertidumbre y desasosiego. Si no afinamos la mira
política y, para colmo, erramos el blanco por carecer de brújula, la derrota
electoral y política de Chávez puede empantanar el futuro de Venezuela quien
sabe por cuantos años. Por todo lo cual permítasenos las siguientes respetuosas
consideraciones.
La MUD, sin la menor duda, ha
cumplido desde su constitución una reconocida performance política,
particularmente en el dominio electoral. El ensayo unitario debe ser mantenido,
pero como se ha movido en medio de particularidades que muestran
insuficiencias, se impone un esfuerzo por su corrección. Por ejemplo, la
existencia de la MUD es el resultado de entendimientos entre partidos que son
pequeños o se han hecho pequeños, que difícilmente volverán a ser grandes dado
el grado de empoderamiento alcanzado por la sociedad civil y que se comporta
más como una federación de organizaciones regionales en las cuales la
perspectiva de la región en la cual operan dificulta tener una visión global,
nacional, trascendente, de la política. Ahora bien, hasta ahora la MUD carece
de una visión política estratégica capaz de ir más allá del hecho electoral y
proyectarse como una opción política de largo plazo. El cemento que une a las
partes componentes de la MUD es, básicamente, el antichavismo y no un proyecto
nacional. Para utilizar una expresión de moda, no existe en la oposición un
proyecto compartido de país, lo cual, por cierto, no es incompatible con la
existencia de partidos con estructuras y concepciones ideológicas diferentes.
Desde otra perspectiva, la MUD debe ser algo más que una estructura solamente
interpartidista y debe empeñarse en mejorar su organización, sobre todo en los
estados, en los cuales el establecimiento de Secretarias Ejecutivas, a imagen y
semejanza de la nacional, evitaría la fragmentación y la improvisación por la
alta rotación de coordinadores entre los representantes de los partidos. Pero,
sobre todo, hay que idear y materializar la manera de que otras fuerzas
sociales, además de los partidos, tengan representación en la MUD, de tal
manera que potencien no solo su capacidad de dirección política sino su
arrastre electoral.
La MUD debe ser en la práctica un
movimiento orientado a la organización democrática de la sociedad venezolana.
Ese movimiento debe ser percibido como diferente del chavismo y, más allá de
las vertientes tácticas, el núcleo duro debe ser el correspondiente a un modelo
de mercado (entendido como un mecanismo de intermediación del proceso
civilizatorio), acompañado por políticas públicas de protección a los sectores
más débiles de la sociedad. Ese modelo debe estar centrado en la búsqueda de la
eficiencia productiva, orientado a la creación de empleos como el instrumento
más eficaz para el empoderamiento de los individuos y abierto a los mercados
internacionales. El modelo de organización política debe estar centrado en la
existencia de partidos políticos y en movimientos de promoción democrática
capaces de atender o centrar su actuación en grupos societarios definidos como
los trabajadores de la ciudad y del campo, los sectores marginales, el
empresariado y la juventud. Es necesario identificar muy bien, para poder
liquidarla, esta fábrica de creación y de mantenimiento de la pobreza que es la
esencia del régimen chavista. La MUD
debe arbitrar fórmulas y procedimientos para que en su visión futura del país
el rentismo, que se ha exacerbado hasta límites que rayan en la irracionalidad,
se pueda metamorfosear y convertir en un instrumento inteligente capaz de
contribuir a su propia liquidación mediante la edificación progresiva de una
sociedad productiva, caracterizada por la extensión creciente de sus clases
medias y liberada de la dependencia avasallante del estado. No se trata de
destruir el estado sino de reconstruir nuestra sociedad. Honestamente creemos
que, en el largo plazo, este es el camino más seguro para enfrentar con éxito
las perversiones del populismo y derrotar el mesianismo junto con las demás
tentaciones totalitarias que se han convertido en la amenaza latente más seria
contra la sobrevivencia de la república.
Hablando francamente, no nos
hacemos demasiadas ilusiones con que el país democrático pueda sortear el
trance actual de Venezuela confiando solamente en una eventual elección
presidencial a realizarse en 2013. Lo que ha ocurrido en la República en estos
últimos años es parte de un proceso que a estas alturas tiene un cierto grado
de complejidad y superarlo para edificar una nueva democracia supondrá otro
proceso, sobre todo si se toma en cuenta que la inmensa mayoría de las fuerzas
opositoras al actual gobierno han optado por la vía democrática y
constitucional para lograr sus objetivos, lo cual supone asumir la lucha en
condiciones de desventaja con respecto a lo que el gobierno se permite, pero en
el entendido que ello le confiere a sus acciones una fuerza moral
incuestionable.
Al anticiparle las gracias por la
atención que dispensen a esta comunicación, les reiteramos nuestros
sentimientos de estima democráticos.
Atentamente,
José Mendoza Angulo, Néstor
López Rodríguez, Miguel Rodríguez
Villenave, Genry Vargas (Cuatro Ex Rectores de La Universidad de los Andes -ULA-)
Germán Monzón Salas Ex Gobernador del Edo. Mérida - Fortunato González Cruz, Ex-Alcalde de Mérida - Teodoro Vielma Ex-Alcalde Campo Elías (Mérida) - Humberto Ruiz Calderón, Ex –Vicerrector Académico ULA - Manuel Mendoza Angulo, Ex –Decano FACES ULA - Oscar Aguilera
Dugarte, Ex Director CDCHTA ULA - Luis Caraballo Vivas, Prof. Humanidades y Educ. ULA - Malín Pino, Prof. Ciencias Jurídicas ULA - Diómedes Cordero, Prof. Humanidades y Educ. ULA - John William Páez, Prof. FACES ULA - Andrés Rojas, Prof. Ciencias Forest. ULA - Jesús Mora Contreras, Prof. FACES ULA-
Alejandro Gutiérrez, Prof. FACES. ULA.
Excelente. Se debe mantener lo que con gran esfuerzo se ha logrado !! El candidato "es obvio" ya esta'. De lo contrario es perder tiempo, luchas y metas. Thais Tovar S.
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